Y, de repente, llegó ella. El azote de los saurios putrefactos y revividos. No sabemos nada de ella, ni de dónde venía, ni adónde iba, ni si era una friki cosplayeada de alguna serie de televisión a la que se le vino el apocalipsis encima sin querer… Pero ahí estaba.
Y no había ZombiSaurio que se le resistiera. O sí, ya veremos.