El domingo volví de Huelva un tanto indispuesto, por razones que no vienen a cuento, pero con la alegría en el cuerpo (y en el alma) de haber pasado un par de días cojonudos, rodeado de un montón de buenos amigos. Interesantes ejemplares de la especie humana.
Es la tercera vez que asisto a este salón, y espero que haya una cuarta, una quinta y las que hagan falta.
La reglamentaria foto de familia. No están todos los que son, pero son todos los que están.
Con Nicolás y Martín Cabo.
Aquí se nos unió Miguel Ángel Alejo.
El maestro Nicolás con las manos en la masa.
Nicolás continuando un dibujo que yo había dejado a medias.
El bueno de Martín terminando de liarla.
Y así acabó la cosa.
El magnífico cartel de Nicolás se podía ver por toda Huelva, en los huecos que le habían dejado los de la…
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