Pues aquí estamos de nuevo. Los límites del humor son varios, pero también las ofensas. Pero perdónanos nuestras ofensas, así como nosotros perdonamos a los que nos ofenden. Y puestos a ofender, qué mejor que retomar a raticos las tiras y seguir evangelizando en Cristian Dior.
Extended la palabra…
Eliván.
Joder, que bien sienta una tira nueva! El pollo returns!
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Ay, los ofendidites, que ahora quieren sello y no lo pueden comprar en su oficina.
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