BATMAN 89: 29 de Septiembre

Teníamos 14 años, y una ilusión como pocas veces en la vida. Habíamos reunido todas las monedas posibles (pesetas, cien pesetas, cincuenta pesetas…), Fer y yo estabamos en la Sala Cordón, uno de los míticos cines de Burgos que estrenaron las mejores películas de los 80.

Imagen  de la publicación: En las marquesinas...

En las marquesinas españolas, durante un tiempo sólo salía el logo y la fecha: «29 de Septiembre».

Había muchísima cola pero nosotros estábamos casi al principio. Había MUCHÍSIMA COLA. Tan sólo un año antes habíamos empezado a coleccionar los cómics de Batman, que ya empezaban a llegar con un poco más normalidad a los kioscos. Jim Aparo, nos hacía gracia por el estilo algo anquilosado pero impactante, y habían llegado dos nuevos narradores, Alan Grant y Norm Breyfogle, que lo cambiaron todo en nuestras mentes. 

Pero ahora estábamos en la cola para el estreno que llevábamos esperando más años de los que el resto de los mortales sabían que estaba en desarrollo. Tanta gente en ese cine, y como descubrimos por los comentarios, en realidad NO SABÍAN A QUÉ IBAN. La gran mayoría desconocía absolutamente quién era Batman. «El hombre malo, badman», oímos al lado nuestro de un chaval. «Es el hombre búho», decía una señora. cientos de personas comenzaban a agolparse (al fondo se había corrido la voz de que habían abierto la taquilla, pero no era cierto, ¡Nosotros estábamos ahí y permanecía cerrada!), y empezó a haber problemas. Una niña, se estaba quedando atosigada contra los cristales de la puerta de entrada. Mi amigo Fer, que entonces era ya algo más fuerte que yo, ambos entrenábamos algo parecido a lo que sería años después el Parkour, intentó ponerse con los brazos bien extendidos hizo fuerza para hacer «hueco» y que no aplastaran a la chavala. Fer fue mi héroe en ese momento.

Abrieron las taquillas y aquello se hizo infernal durante unos minutos. Se pidió orden, salieron acomodadores, y vino la policía. 

Juntamos nuestras monedas cuando llegó nuestro turno, parecíamos estar en aquel gag recurrente de Faemino y Cansado de la cola de la taquilla del cine. La mirada de la taquillera ante los montones de monedas que casi no nos cabían en la mano, fue enternecedora. Nah, es mentira, nos miró con desdén. 

Conseguimos entrar y compré las palomitas y bebida correspondientes. Las bebidas no recuerdo como eran entonces, pero las palomitas, eran esas putas bolsas horribles ya cerradas con un tío bailando bajo la lluvia o algo así, en rojo, con palomas volando. 

Conseguimos un buen sitio, no sin darnos algún codazo con alguien. La sala se oscureció.

Había llegado el día.

Nos cambió para siempre, pero también al resto del país con respecto a quién era ese tipo vestido de murciélago que con suerte alguno recordaba de la serie de Adam West de los sesenta, pero poco.

Imagen  de la publicación: La sala enmudeció...

La sala enmudeció durante todo el metraje. Ni una tos.

Y pensar que, según leímos en la revista Bravo importada ese verano antes, la gente en USA había puesto el grito en el cielo porque Keaton no podía ser Batman (hacía tan solo unos meses, en España, se había estrenado Beetlejuice). Y ahí estaba. Majestuoso, con su cuello inmóvil haciendo de ello una virtud, que reforzaba el ambiente noir y la gran carga de expresionismo alemán de la película.

Salimos flotando de allí. Creo que dibujé a Batman hasta en las paredes.

Me gustó reencontrarme con él el otro día en el cine, en The Flash, fue como ver a un viejo profesor que te lo enseñó todo. Ahí estaba. Es increíble el trabajo de reconstrucción de decorados que se ha hecho, es maravilloso el Bruce desmontado que conocemos al principio, y cómo recupera rápidamente las energias para ser Batman (al final, esto son cómics). Pero sin duda, a la película de 1989 le debemos mucho al nivel del público general, ya que el otro día una chica como de unos 17 años, cuando apareció en pantalla, dijo «Mira, ese es el Batman de VERDAD!»

Independientemente del batacazo en taquilla, al menos este movimiento de Warner deja claro que han mirado un poco atrás y han intentado entender sus personajes franquicia y lo que significan, cosa que no hicieron ni se molestaron cuando Snyder convirtió a Superman en ese ser frío y grotesco.

Desgraciadamente, ya no veremos a Keaton más, aunque estaba previsto que hubiera sido el mentor de Batgirl en el universo resultante del final de Flash (si no lo hubieran cambiado y cancelado Batgirl y todos los derivados).

Imagen  de la publicación: Lo que pudo haber...

Lo que pudo haber sido y ya no será…

batmanmichael keatonthe batmanthe flashflashpointkeatonburtontim burtonbatman 1989batgirlezra millercinecine y comics

Deja tu comentario, o probablemente no lo harás!

Este sitio utiliza Akismet para reducir el spam. Conoce cómo se procesan los datos de tus comentarios.